Hay que comprar carro ya


articulo tomado del diario espectador

Por: Edwin Bohórquez Aya
Entrevista con Germán Camilo Calle, presidente de Sofasa. El empresario abre las puertas de su compañía y afirma que las épocas de automotores baratos acabaron, que no hay sobreoferta de vehículos en el país y que el mercado sigue siendo amplio.
Foto: Archivo particular
Germán Calle, presidente de Sofasa, habla del frenazo que vivió la compañía en el mercado venezolano y la reducción de exportaciones.
Germán Camilo Calle está feliz al volante de Sofasa —la ensambladora de Renault y Toyota— en Colombia—, porque tiene un nuevo jugador en su equipo, hecho en un 35% con partes colombianas y con éxito comprobado en los mercados de Brasil y Argentina. Se trata del Renault Sandero, el cinco puertas con el que la marca francesa quiere mejorar sus niveles de participación en el país.
El presidente de la compañía, analizó con El Espectador la situación actual del mercado automotor, el complicado mercado venezolano, el aumento de los precios y el impacto que ha tenido en el sector la subida en las tasas de interés.
Para empezar, sus proyecciones apuntan a que el dólar seguirá subiendo y “muy probablemente los carros se tendrán que ajustar al comportamiento de esta moneda”, que se traducirá en aumentos de precios.
Aunque no habla de tiempos, señala que todavía quedan modelos en inventario producidos o importados con precios favorables del dólar, pero cree que esos autos se empezarán a agotar y que las empresas ya iniciaron el ajuste de los precios. “Aunque en nuestro caso, somos productores nacionales y buena parte de la estructura de nuestro precio está en moneda nacional”.
Asimismo, enfatiza que en el país la sobreoferta no es un riesgo. “Cuando se hace la relación de número de personas por vehículo, Colombia es uno de los que tienen las tasas más bajas, Panamá tiene 4,5 personas por vehículo, Venezuela 7, Ecuador 10 y Colombia entre 17 y 19, eso muestra que el espacio para crecer es todavía amplio”.
Calle explica que el mercado colombiano ha venido creciendo. Hace cinco años se hablaba de 80.000 carros al año, en 2006 se cerró con 191.000 unidades, el año pasado fueron 250.000 y este año se calculan ventas por 220.000. “El mercado ha soportado el crecimiento de nuevos vehículos y lo seguira soportando”. La llegada masiva de automotores importados a Colombia tampoco inquieta a Calle, pues asegura que este es un tema cíclico.
Sobre el futuro de la industria automotriz, Calle considera prematuro hablar de los carros eléctricos y demás prototipos ecológicos como la solución, mientras que los diferentes tipos de combustibles pueden ser la clave. Agrega que un carro eléctrico, como el que recientemente se presentó, no es viable, por ser muy costoso. Aunque Renault está trabajando en vehículos eléctricos con varios gobiernos. En Colombia, Sofasa apoya al Gobierno en su política de alcoholes carburantes y de biocombustibles.
Tras la decisión de Venezuela de reducir las importaciones de carros, Calle confía en que las empresas colombianas enfilen sus baterías hacia otros mercados como Perú, Chile, Ecuador, y en segunda instancia hacia el Norte.
De otra parte, la culminación del contrato de producción con Toyota en 2009 supone otro gran reto para la compañía. “Nos fuimos convirtiendo en aliados, por muchos años hemos convivido con Toyota y eso ha sido fantástico para la compañía. Ahora, simplemente vamos a tener una nueva configuración donde Renault aprovechará a Sofasa al 100%”.
Sobre la posibilidad de unificación con Nissan en Colombia (Renault es dueño de Nissan a nivel mundial), Calle asegura que las dos seguirán trabajando de manera independiente.
De otro lado, resalta que dentro de la estrategia mundial de Renault, el crecimiento internacional, fuera de Europa, es la clave. La región de América Latina ha crecido entre 17% y 19% con respecto al año pasado, mientras que Europa ha decrecido cuatro puntos.
Sobre el aumento de las tasas de interés, Calle considera que “es válida, en el sentido en que estaba tratando de enfriar la economía para frenar la inflación, que necesariamente se dará por la desaceleración de la economía. Lo respetamos, pero hay hechos contundentes, en nuestro sector el 60 ó 70% de las ventas son a crédito y si al cliente le suben la tasa, sencillamente dice: no voy, el presupuesto no me da”.
El ejecutivo indica que por esa razón las compañías formulan promociones para trasladar al cliente un beneficio, sin tocar los precios de los vehículos, “pero ahora empieza el proceso de devaluación, donde los precios van a subir, es decir, hay que comprar carro ya”, concluye.



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